En el milenario teatro de la Iglesia Católica, donde los tiempos se miden en eras y las canonizaciones en lentas décadas, la figura de Carlo Acutis emerge con la velocidad de un rayo, casi un flash digital en el lento scroll de la historia eclesiástica.
Por nuestro corresponsal en el Vaticano
El joven italiano, fallecido en 2006 a la tierna edad de 15 años, no solo será canonizado en 2025, sino que lo hará en un tiempo récord: apenas diecinueve años desde su muerte. Esta celeridad, sin precedentes en la era moderna, no es solo una curiosidad estadística; es un detonante de debate, un espejo que refleja las tensiones internas del Vaticano y sus urgencias pastorales en un mundo cada vez más secularizado.
¿Estamos ante una santidad tan luminosa que ha forzado la mano de la burocracia vaticana, o es Acutis el producto de una operación estratégica, un “santo millennial” diseñado para reconectar a la Iglesia con una generación que parece haberle dado la espalda? La pregunta, que resuena en los foros católicos y se amplifica en las redes sociales, es más que legítima.
La Velocidad del Rayo en un Proceso Milenario
El camino hacia la santidad en la Iglesia Católica es, por diseño, un maratón, no un sprint. Requiere la declaración de “Siervo de Dios” (cinco años después del fallecimiento), “Venerable” (tras una exhaustiva investigación de virtudes heroicas), “Beato” (con un milagro reconocido) y, finalmente, “Santo” (con un segundo milagro post-beatificación). Un proceso que, para figuras como San Pedro Damián, se extendió por 756 años. Sin embargo, la historia también registra excepciones, como San Antonio de Padua, canonizado en menos de un año en el siglo XIII.
Carlo Acutis, el “ciberapóstol” o “influencer de Dios” , ha pulverizado los tiempos modernos. Fallecido en 2006, fue declarado venerable en 2018, beatificado en 2020 (tras la curación de un niño brasileño) , y su canonización fue aprobada en 2024 (por la curación de una estudiante costarricense). Un cronograma que, si bien se ajusta a las reformas canónicas que eliminaron la espera de 50 años para iniciar las causas , no deja de levantar cejas en ciertos círculos.
El Imperativo de la Modernidad: ¿Un Santo para el Siglo XXI?
La pregunta que resuena en foros católicos y redes sociales es inevitable: ¿Por qué Acutis, y por qué tan rápido? La respuesta, para muchos observadores, se encuentra en la imperiosa necesidad de la Iglesia de encontrar un modelo de santidad que resuene con las nuevas generaciones. Carlo Acutis, con sus zapatillas y su sudadera , su pasión por la Eucaristía y su habilidad para evangelizar a través de la web , es el candidato ideal para ser el “primer santo millennial”.
Como ha señalado un teólogo, la celeridad puede generar “perplejidad” , cuestionando si la “cierta presentación de su persona” lo proyecta “décadas atrás” en lugar de consolidarlo como un modelo auténtico para el siglo XXI. Otros hablan de una “fascinación eclesiástica por una juventud fantaseada” , sugiriendo que la Iglesia podría estar idealizando una imagen de juventud para sus propios fines pastorales. La coincidencia de su canonización con el Jubileo de los Adolescentes refuerza esta percepción de una agenda estratégica.
Los Milagros y la Sombra de la Incorruptibilidad
Los milagros, piedra angular del proceso de canonización para los no mártires , han sido reconocidos en el caso de Acutis con una eficiencia notable. Sin embargo, la narrativa en torno a su cuerpo ha generado cierta controversia. Aunque popularmente se difundió la idea de su “incorruptibilidad”, las autoridades eclesiásticas han aclarado que, si bien sus órganos estaban “bastante íntegros y conectados”, el cuerpo sí presentaba la “corruptibilidad propia de cualquier difunto”. Esta matización, a menudo pasada por alto en la devoción popular, alimenta el escepticismo sobre la gestión de la información y la posible “embellecimiento” de su historia para fines de promoción.
En las redes sociales, el debate es aún más crudo. Usuarios se preguntan por qué se le rezaba a Acutis tan pronto o si los milagros no deberían ser más “espectaculares”. Algunos comentarios sugieren que la Iglesia está “desesperada” por conectar con los jóvenes, viendo la figura de Acutis como una “estrategia de marketing divino”.
El Pontificado de León XIV y la Nueva Santidad
El pontificado del Papa Francisco se caracterizó por una visión de una “Iglesia de las periferias” y un diálogo constante con el mundo moderno. En este contexto, la figura de Carlo Acutis encajaba a la perfección. La canonización de Carlo Acutis, que había sido pospuesta temporalmente debido al fallecimiento del Papa Francisco , ahora tiene una fecha definitiva bajo el nuevo pontífice.
El Papa León XIV, el primer Papa nacido en Estados Unidos , ha anunciado que Carlo Acutis será canonizado junto a Pier Giorgio Frassati el 7 de septiembre.
Este anuncio, realizado durante un Consistorio Ordinario público el 13 de junio , marca las primeras canonizaciones bajo el liderazgo del Papa León XIV. La canonización conjunta de Acutis y Frassati es un emparejamiento simbólico de dos jóvenes de diferentes siglos, ambos modelos de santidad para la juventud. Frassati, conocido por su caridad y amor por la naturaleza, y Acutis, el “ciberapóstol”, demuestran que la santidad es un llamado atemporal.
La “fama de santidad” que emana del “pueblo creyente” es “absolutamente determinante” para iniciar una causa. La devoción popular hacia Acutis, impulsada por su historia y su conexión digital, ha sido innegable. Sin embargo, la velocidad de su proceso, en contraste con causas que languidecen por décadas, invita a una reflexión más profunda sobre los criterios y las prioridades de la Iglesia en el siglo XXI. ¿Es la santidad una cuestión de tiempo o de oportunidad? El caso de Carlo Acutis, el joven que encontró su “autopista al cielo” en la Eucaristía y el internet , seguirá siendo un fascinante estudio de caso en la compleja dinámica entre la Fe, la tradición y la modernidad vaticana.
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